jueves, 22 de mayo de 2008

Ironman conduciendo el auto de Meteoro

Esa es la feliz imagen de la economía peruana con la que se deleita mentalmente Renzo Rossini, el gerente general del Banco Central de Reserva (la metáfora es de su propia inspiración y la dijo en una conferencia en el Foro de Finanzas el pasado 8 de mayo).

Ironman porque la economía peruana estaría tan blindada que sólo una bomba atómica financiera podría tumbarla. Meteoro porque nuestro PBI está corriendo a una velocidad nunca antes vista.

¿No hay nada de qué preocuparse entonces? Al BCR le preocupa la inflación (por la combinación de crecimiento económico acelerado -incluso para Ironman- y un contexto mundial inflacionario), pero salvo eso, no parece haber mucho más.

Pero hay algo que le eriza el vello capilar a La Mano Invisible. Este desempeño económico que se presta a metáforas tan amenas inunda las billeteras de las personas de nivel socioeconómico A, moja a los del B y salpica a los del C, pero sólo llega a cuentagotas a los del D y ni se asoma por el E. Es en estos dos últimos NSE donde se concentra el 44% pobre de la población. Estos dos últimos NSE ven cómo todos mejoran mientras ellos siguen igualitos. Una situación así frustra a cualquiera.

Esta enorme frustración acumulada es lo único que encuentro para explicar los siguientes resultados del Latinobarómetro 2007 (una encuesta de opinión pública que se hace en casi todos los países de la región):

1. El Perú está entre los últimos países de América Latina en la evaluación de la situación económica actual (sólo 8% de la población piensa que es buena o muy buena) y futura (sólo 21% piensa que será mejor o mucho mejor).

2. El Perú también está entre los países con la peor opinión pública acerca de la distribución de la riqueza, y entre los seis países con la apreciación más alta de posibilidades de conflictos entre ricos y pobres.

3. El Perú es el segundo país con menor satisfacción con la democracia.

4. La aprobación de la economía de mercado y de la empresa privada ha retrocedido sustancialmente en los últimos 10 años.

¿Se imagina algo más paradójico? La economía boyante, riesgo país más bajo que Chile, año de cumbres, y a la vez, un montón de gente asada y pesimista. Eso no me parece como para reconfortarme imaginando títulos de películas con los que describir la situación del país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustaría mucho estar equivocado pero este tipo de comentario (Ironman conduciendo el auto de Meteoro) como analogía a la economía peruana indica excesiva confianza. Digo que me gustaría estar equivocado porque hay demasiados ejemplos alrededor del mundo tanto en el sector privado como publico que indican que estar sobrado, como parece estar Renzo Rossini, es el ingrediente clave que asegura una buena receta para el desastre. Bien harían las clases política y privada del país si en vez de parecer sobrados mostraran entendimiento sobre la inhabilidad de comprender todas las posibles consecuencias de acontecimientos al otro lado del mundo (o en el país vecino), y preparación para lo que hoy pareciera ser poco probable.